LA SUMISIÓN DE LA MUJER: La mujer de Mesopotamia estaba sometida a la autoridad del hombre, bien fuese su padre o su marido. Los hijos (varones y mujeres) eran considerados posesiones del padre, en cambio la mujer no pertenecía al marido, aunque en el aspecto sexual si era considerada una propiedad del esposo y era seriamente castigada tanto la mujer como el amante.
Aunque se cree que en Babilonia la mujer tenía derecho a la propiedad, lo más habitual era que el padre o el marido fueran quienes administraban los bienes familiares.
MATRIMONIO: En teoría el matrimonio, era acordado por el padre o os hermanos y se establecía que era necesario un contrato para establecer las condiciones de la unión y las posibilidades en caso de divorcio o viudedad, en el contrato había dos conceptos de gran importancia: la dote y el precio de la novia.
- La Dote: Era la cantidad que el padre otorgaba a su hija para el mantenimiento del nuevo hogar. las hijas no tenían normalmente derecho a la herencia del padre, porque su parte de las posesiones ya estaba entregada n la dote. La dote pasaba a pertenecer al conjunto de bienes del nuevo hogar
y sería administrada por el marido.
-El Precio de la Novia: Era una cantidad acordada por la familia del novio que consistía en la cantidad de dinero que debía pagar para que su hijo pudiera casarse.
Además un padre podía entregar a su hija para que ejerciera de sacerdotisa de un Dios.
DIVORCIO Y RUOTURA FAMILIAR: Un hombre podía divorciarse de su mujer sin ninguna justificación, pero si había tenido hijos con ella, esta se quedaba con los hijos, con la dote y con los derechos de la propiedad para poder mantenerlos, además cuando su ex marido moría ella tenía derecho a una proporción de las propiedades igual a la de sus hijos.
Si no tenía hijos se le devolvía la dote más una indemnización.
Si era la mujer quién quería divorciarse o el marido no quería entregar la dote, entonces intervenían los tribunales. Si la mujer podía demostrar que el matrimonio se deshacía por culpa de la dejación del marido, entonces podía irse con sus hijos y con la dote a la casa del padre, en cambio si se demostraba que se deshacía por su culpa perdía a los hijos, la dote y el ex marido podía mantenerla como sierva o incluso arrojarla al río.
LA PROTECCIÓN DE LAS VIUDAS: Cuando una mujer enviudaba su desamparo era muy grande, por lo que los babilonios establecieron unas leyes para poder ofrecerle ayuda y que pudieran vivir dignamente. Se estableció que los regalos de boda debían guardarse como una salvaguarda para la mujer en caso de la muerte de su marido. Si no existían estos regalos la mujer heredaba una parte proporcional a la de cualquier hijo de las posesiones del marido. Además la viuda tenía derecho a permanecer en el hogar familiar por el resto de s vida. Si la mujer decidía volver a casarse perdía los regalos de boda y tenía que marcharse del hogar familiar y si tenía hijos a su cargo debía pedir consentimiento judicial.
EL ADULTERIO: Para los Babilonios el adulterio consistía en que una mujer casada mantuviese relaciones con otro hombre que no fuera su marido. No se consideraba adulterio las relaciones extramatrimoniales con mujeres no casadas. Si una mujer era sorprendida en adulterio con su amante el marido tenía derecho ha atarlos juntos y arrojarlos al río para que se ahogaran, aunque si lo deseaba podía salvar a su mujer, pero en dicho caso tendría que hacer lo mismo con el amante.
Si un hombre acusaba a su mujer de adulterio sin pruebas palpables esta tenía que jurar inocencia ante un sacerdote y podía volver con su marido. Si, además del marido la acusaba alguien más tenía que jurar inocencia ante los Dioses y luego arrojarse al río, si se ahogaba era considerada culpable, pero si no se ahogaba se pensaba que los Dioses la habían ayudado porque era inocente (muy pocas personas sabían nadar en Mesopotamia, por lo que la prueba resultaba muy difícil)
REFLEXIONES PERSONALES
En mi opinión esta sociedad era muy avanzada, porque registraba los matrimonios y establecían leyes en caso de enviudar o planteaban las posibilidades en caso de ruptura familiar, aunque no vamos a negar lo evidente esta sociedad también resultaba machista, por considerar a una mujer un objeto por el cual hay que pagar para casarse y que el hombre se pueda separar sin ningún tipo de justificación y en cambio si era la mujer quién quería romper el matrimonio tenían que intervenir los tribunales.
Espero que hayáis aprendido un pco más sobre esta sociedad con esta entrada y hasta la próxima publicación.
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